En el transcurso de la próxima semana la movilización social que ha venido desarrollándose en contra del proyecto de Ley General de Educación se profundizará con la incorporación del Colegio de Profesores, organización que se apronta a realizar una asamblea nacional de dirigentes con el fin de decidir un llamado a paralizar sus actividades como advertencia ante la posible aprobación de ese proyecto de ley en la cámara de diputados.
El acuerdo derecha – gobierno, expresión inequívoca del binominalismo y en el que se sustenta dicha iniciativa legal, constituye un grave retroceso en contra del derecho a la educación que sólo puede ser efectivamente garantizado por un sistema público gratuito que garantice al acceso de todos los chilenos a una educación pluralista, democrática y de calidad. Lamentablemente, el gobierno ha terminado por ceder a las presiones de la derecha y sus afanes privatizadores y ha consentido en perfeccionar el sistema de educación contemplado en la actual LOCE, que sólo traerá más desigualdad y exclusión. Los chilenos han podido constatar por sí mismos que la libertad de empresa en la educación no ha significado mejoría alguna en la educación de las mayorías, por el contrario, ha significado un claro deterioro del servicio y malos resultados académicos.
Que nadie se engañe, el proyecto de Ley General de Educación no define explícitamente la responsabilidad del Estado con las escuelas públicas; mantiene la selección de alumnos desde sexto básico; legaliza el lucro en la educación y de esta manera, la convierte en mercancía; elimina la participación de la comunidad educativa del Consejo Nacional de Educación y delega las facultades del Ministerio de Educación a agencias privadas. En resumen, la LGE entrega la educación a las leyes del mercado y debilita el rol del Estado desestimando su obligación de garantizar el Derecho a la Educación, por lo cual exigimos se retire del Parlamento.
Esto es lo que está en juego, esto es lo que reclaman las voces de miles de estudiantes, maestros, académicos, funcionarios y apoderados, y el Gobierno, en vez de escuchar a la comunidad, la reprime violentamente, en un vano intento por detener la protesta masiva que crece día a día.
Se hace necesario ir a la constitución de la Asamblea Nacional de la Educación en todas las comunas, provincias y regiones del país, organismos a partir de los cuales se conforme un gran movimiento que impida la aprobación del proyecto de LGE e impulse un proyecto nacional de educación al servicio del desarrollo del país.
Llamamos a participar en las movilizaciones que tendrán curso durante los próximos días, a rodear el parlamento en la oportunidad que se vote el proyecto de ley general de educación, a reunir firmas en contra de esa iniciativa y a impedir que la represión acalle la protesta legítima de las organizaciones sociales
Partido Comunista de Chile
El acuerdo derecha – gobierno, expresión inequívoca del binominalismo y en el que se sustenta dicha iniciativa legal, constituye un grave retroceso en contra del derecho a la educación que sólo puede ser efectivamente garantizado por un sistema público gratuito que garantice al acceso de todos los chilenos a una educación pluralista, democrática y de calidad. Lamentablemente, el gobierno ha terminado por ceder a las presiones de la derecha y sus afanes privatizadores y ha consentido en perfeccionar el sistema de educación contemplado en la actual LOCE, que sólo traerá más desigualdad y exclusión. Los chilenos han podido constatar por sí mismos que la libertad de empresa en la educación no ha significado mejoría alguna en la educación de las mayorías, por el contrario, ha significado un claro deterioro del servicio y malos resultados académicos.
Que nadie se engañe, el proyecto de Ley General de Educación no define explícitamente la responsabilidad del Estado con las escuelas públicas; mantiene la selección de alumnos desde sexto básico; legaliza el lucro en la educación y de esta manera, la convierte en mercancía; elimina la participación de la comunidad educativa del Consejo Nacional de Educación y delega las facultades del Ministerio de Educación a agencias privadas. En resumen, la LGE entrega la educación a las leyes del mercado y debilita el rol del Estado desestimando su obligación de garantizar el Derecho a la Educación, por lo cual exigimos se retire del Parlamento.
Esto es lo que está en juego, esto es lo que reclaman las voces de miles de estudiantes, maestros, académicos, funcionarios y apoderados, y el Gobierno, en vez de escuchar a la comunidad, la reprime violentamente, en un vano intento por detener la protesta masiva que crece día a día.
Se hace necesario ir a la constitución de la Asamblea Nacional de la Educación en todas las comunas, provincias y regiones del país, organismos a partir de los cuales se conforme un gran movimiento que impida la aprobación del proyecto de LGE e impulse un proyecto nacional de educación al servicio del desarrollo del país.
Llamamos a participar en las movilizaciones que tendrán curso durante los próximos días, a rodear el parlamento en la oportunidad que se vote el proyecto de ley general de educación, a reunir firmas en contra de esa iniciativa y a impedir que la represión acalle la protesta legítima de las organizaciones sociales
Partido Comunista de Chile
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