Se entendía que los procesos de avanzada, los que iban hacia el progreso, la democracia, la justicia social, eran irreversibles. Que la rueda de la historia no podia girar hacia atrás.
Eso, Parecía que la lucha contra natura, sin embargo Se hizo realidad al finalizar el siglo XX, y los pueblos del mundo tomaron nota, con estupor y el pecado que PUEDAN Todavía explicárselo satisfactoriamente, de Un hecho insólito: que los procesos sociales podian involucionar, que el camino de la humanidad no era en un solo sentido, que había el "retorno", la vuelta atrás.
Pero, a Pesar de las Dificultades enormes para Elevar una racionalidad esos procesos involutivos, se evidencia una Apareció ante todos: que las causas de las "caídas" Por ejemplo, de "los socialismos reales" - había que buscarlas en el interior mismo de los AEE sociedades, la marcha de su historia, la lógica de sus estructuras y procesos.
Hoy, nos enfrentamos A UNA Evidente involución, un retroceso histórico de proporciones, OCURRA Aunque todo ello en el estrecho marco de nuestra Nación, un país pobre y periférico.
Y, Una vez más: Las causas "finales" de tal vuelta atrás de la rueda de la historia, hay que buscarlas en el interior mismo del proceso.
Y es que el pueblo chileno, el grueso de nuestra población, luego de haber sustentado Un proceso de transformaciones profundas Fue Objeto de las Naciones Unidas Zarpazo que lo privo de todo derecho, su atropello y su dignidad Existencia y hasta le sustrajo la esperanza. Y ese mismo pueblo, tras largos años de resistencia y apelando una DIVERSAS formas de lucha, Logro desprenderse de la dictadura ominosa de una casta y de una clase para recuperar su identidad y echar a andar de nuevo la rueda de la historia.
¿Le faltó, al pueblo, la lucidez Necesaria para seguir el rumbo del progreso social, de la democracia plural, de la tolerancia y el Respeto a los derechos sociales y políticos? ES O, más bien dicho y otras palabras: ¿Pudo el pueblo efectivamente ser protagonista de su suerte, influir en las Grandes Decisiones Apoyar y, por lo tanto, el avance de la historia en un sentido progresista? ¿Fue O, más bien-o más mal-escamoteado de esos derechos y, una a favor de una demagogia galopante y de una "Privatización" de su conciencia, Debio contentarse con el esmirriado papel de espectador de Sus Propias frustraciones?
Excluyentes Y, entonces, Quedaron en el escenario, solos y, los grandes contendientes y De Estos últimos decenios: los que habían provocado el retroceso alcalde, con el golpe de 1973, por un lado, y del otro los que habían logrado detener el giro contrario de la rueda de la historia y hacerla marchar hacia delante.
Y, otra vez: Las causas de los cambios Deben ser explicados por las contradicciones Propias de cada realidad, de cada proceso. Los que se habían Hecho intérpretes de los cambios y del Rescate Nacional, se denotaron Incapaces de una tarea de tal Envergadura. N rompieron todos los candados que impedían el libre rodar de la historia. Asumieron como Propias banderas del pasado reciente y ominoso, le Tuvieron miedo a la democracia, Fueron mezquinos en sus planos y proyectos, Fueron Víctimas de complejos Limitaciones y de clase y no miraron hacia el pueblo que les había confiado el poder sino que, más bien, SE encastillaron en posiciones hacia las Cuales no podian Acceder las miradas vigilantes del pueblo. Cayeron Y. Ahora, se discute si habrán aprendido a la lección; dura lección Cuya cuenta pagan los más ...
Pero otra lección se nos hace evidente, y es que no es lo normal ni lo más frecuente que la rueda de la historia en sentido inverso GIRE A LOS Intereses de la Humanidad. Y de esa constatación mil veces confirmada y pese a todos los retrocesos que estorban su desarrollo, saldrá fortalecida La necesidad hecha conciencia de reponer en su sitio los instrumentos de los Acuerdos y las voluntades para echar a andar los cambios por los que el pueblo chileno, Como otros pueblos de Nuestra América y del mundo, por tanto han luchado y sufrido.
A los que PUEDAN creerse fundadores de "un Reich para mil años", como proclamó a Hitler, o de la muerte de las ideología y "El fin de la historia", bien les haría consultar SEE MISMAS páginas y mirar hacia el interior de la conciencia de un Pueblo que no tardará en recuperar su memoria y poner en limpio los instrumentos de su pronta liberación.
Y por ahora: ánimo que "¡Aún tenemos (mucha) Patria y (mucho), el honor, ciudadanos!"
Fernando Quilodrán
director El Siglo
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